Tras la muerte del papa Francisco, resurgen profecías de Nostradamus sobre un «Papa Negro» y el posible Fin del Mundo. Aquí los candidatos.
Con la muerte del papa Francisco, el eco de antiguas profecías ha vuelto a vibrar en las paredes del Vaticano. Entre todas, una destaca por su carga simbólica, su mística oscura y su capacidad de perturbar: la llegada del llamado “papa negro”.
En este nuevo capítulo de incertidumbre y expectación dentro de la Iglesia Católica, el nombre de Nostradamus ha regresado con fuerza, como si sus visiones del siglo XVI hubiesen esperado exactamente este momento para activarse.
El cuerpo del pontífice argentino aún no ha sido enterrado y ya los pasillos del Vaticano hierven en susurros: ¿será africano el próximo líder de la Iglesia? ¿Un asiático? ¿Alguien cuya elección sacuda la estructura milenaria desde sus cimientos?
No se trata solo de política interna o de representación geográfica. Lo que está en juego, según algunas lecturas, es mucho más: la posible materialización de una profecía que durante siglos ha sido interpretada como el umbral del colapso espiritual de Occidente.
Nostradamus: La profecía de un Papa Negro que provocaría el fin del mundo
Michel de Nôtre-Dame, mejor conocido como Nostradamus, publicó en 1555 una serie de cuartetas crípticas que han sido reinterpretadas incontables veces. Una de ellas, especialmente inquietante hoy, reza:
“Por la muerte de un pontífice muy anciano,
será elegido un romano de buena edad,
del que se dirá que debilita su sede,
pero por mucho tiempo estará sentado y en actividad mordaz…
Un joven de piel oscura con la ayuda del gran rey
entregará la bolsa a otro de color rojo.”
¿Quién es ese joven de piel oscura? ¿Y qué significa “entregar la bolsa”? Para muchos, estas imágenes remiten al ascenso de un papa africano, tal vez Peter Turkson, de Ghana, o Robert Sarah, de Guinea.
Ambos han sido considerados papables, y su elección encajaría con la narrativa simbólica que, desde hace décadas, ha circulado con inquietud: la llegada del “último papa”.
El “papa negro”: entre mito, metáfora y miedo para los creyentes
Contrario a lo que muchos creen, el término “papa negro” no nace directamente de las cuartetas de Nostradamus, sino de la jerga vaticana. Así se ha llamado históricamente al superior general de los jesuitas, debido al color negro de su sotana.
Esta coincidencia alimentó durante años la teoría de que Francisco, el primer jesuita en alcanzar el papado, ya cumplía parcialmente dicha profecía.
Sin embargo, su fallecimiento reabre el tablero: si él no fue el verdadero “papa negro”, ¿estamos entonces por conocerlo?
Roma, la ciudad de las siete colinas, ¿al borde del abismo y el Fin del Mundo ?
Otra profecía asociada con Nostradamus habla de la destrucción de “la ciudad de las siete colinas”. Para muchos, una referencia directa al Vaticano.
Si bien es una interpretación abierta, el actual contexto de crisis, escándalos, y profundas divisiones internas en la Iglesia, da un nuevo peso simbólico a estas palabras.
Incluso la arquitectura parece colaborar con el mito: en la Basílica de San Pablo Extramuros hay una serie de medallones representando a todos los papas. Tras Francisco, queda espacio solo para uno más.
Más que una fecha precisa, 2025 parece perfilarse como una encrucijada. ¿Es el año en que se desata el apocalipsis anunciado? ¿O es un símbolo de cambio radical para la Iglesia y la civilización que la ha sostenido por siglos?
Las profecías, como los espejos, no muestran lo que será, sino lo que tememos ver. Aún no hay certeza sobre quién tomará el trono de San Pedro. Pero mientras la Capilla Sixtina se prepara para la elección más observada de la historia moderna, una pregunta inquieta los corazones de fieles y escépticos por igual:
¿Estamos por conocer al último papa? ¿Será negro su rostro, o negra su misión? El humo blanco, esta vez, no traerá solo un nombre. Podría traer consigo un presagio. O una revelación.
