Perro murió quemado luego de que un hombre le tirara una bomba
Un perro murió quemado luego de que un hombre arrojara una bomba molotov a una casa. Las llamas consumieron la vida de Valiente.

En Quevedo el horror se coló entre las sombras de la madrugada. Una bomba Molotov, lanzada por un hombre sin alma ni remordimiento, irrumpió en una vivienda.
Entre las llamas y el caos, un testigo inocente sufrió las consecuencias, un perro de cinco años, bautizado como Valiente, fue alcanzado por el fuego.
Las llamas no solo marcaron su piel con el sello de la barbarie humana, sino que también encendieron la indignación de una ciudad entera.
La Alcaldía de Quevedo tomó cartas en el asunto, brindándole atención médica en un intento desesperado por salvarlo. Veterinarios hicieron lo imposible curaciones, cirugías, cuidados intensivos.
Pero el destino, o más bien la brutalidad de unos cuantos, ya había escrito el final de su historia.
La noche de ayer, mientras era trasladado de emergencia hacia Latacunga, Valiente no resistió. Un shock lo silenció para siempre, dejando atrás una estela de tristeza y rabia en quienes lucharon por su vida.
La Dirección de Seguridad Ciudadana ha elevado el caso a la Fiscalía. Se buscan responsables, se exigen sanciones, se clama justicia. «Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias para que este delito no quede impune», aseguraron las autoridades.
Pero Valiente ya no está. Y su ausencia es un recordatorio feroz de cómo el odio y la impunidad pueden arrebatarle la vida incluso a aquellos que solo saben dar amor. Que su historia no sea un eco pasajero. Que su muerte no quede en el olvido.