Milagro bajo el agua por lluvias y COE evalúa declarar emergencia
Milagro se encuentra bajo el agua debido a intensas lluvias, y el COE evalúa declarar estado de emergencia en la zona afectada

El cantón Milagro, en la provincia del Guayas, amaneció este jueves 3 de abril bajo el agua tras una intensa jornada de lluvias durante la madrugada y el nuevo desbordamiento del río Milagro.
Es la segunda inundación en menos de una semana, y ha llevado al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal a considerar la declaratoria de emergencia.
El 60 % del territorio, que abarca 226 kilómetros cuadrados, se encuentra afectado, según reportes preliminares.
Más de 113 000 personas afectadas por las lluvias en Milagro
Las inundaciones complican la vida diaria de más de 113 000 habitantes, obligados a movilizarse entre calles anegadas, viviendas con agua acumulada y servicios básicos interrumpidos.
En el sector rural, al menos 20 recintos están completamente cubiertos por el agua.
La parroquia Roberto Astudillo, donde viven unas 12 000 personas, es una de las zonas más afectadas.
El río Milagro superó los 12 metros de cota, lo que provocó el ingreso de agua a varias comunidades.
Se habilitan albergues
Ante la emergencia, el COE ha habilitado nueve unidades educativas como albergues temporales.
Además, se ha declarado un nivel de alerta alto, debido al pronóstico de lluvias continuas hasta el 15 de abril, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) ha emitido un informe alarmante: la temporada invernal ha dejado 22 fallecidos, 101 heridos, más de 131 000 afectados y 25 000 damnificados a escala nacional.
18 000 hectáreas destruidas y 50 000 animales muertos
Se reportan más de 18 000 hectáreas de cultivos destruidos y cerca de 50 000 animales muertos, lo que complica aún más el panorama para las familias campesinas.
El alcalde de Milagro ha solicitado al Gobierno central mayor asistencia técnica y recursos económicos para enfrentar esta emergencia que, de no detenerse, podría agravar la crisis humanitaria en la zona.