Estudiantes en Cotopaxi fueron descubiertos vendiendo material pornográfico a USD 20, lo que activó una investigación educativa y legal
El Tribunal de Garantías Penales de Cotopaxi sentenció a diez años de prisión a Steven A. y Manolo P. como autores del delito de comercialización de pornografía con utilización de niñas, niños o adolescentes (NNA).
La investigación se inició a partir de la denuncia presentada por una mujer, quien el 30 de enero de 2023 se percató que su hija tenía el teléfono de una compañera.
Estudiantes ofrecían pornografía por USD 20 en Cotopaxi
Más tarde, le pidió la clave para ingresar al dispositivo y encontró videos con contenido sexual, en los que participaban adolescentes del colegio al que asistía su hija.
Además, observó un video y fotografías de su hija en ropa interior, tomadas en su domicilio.
Ante las preguntas de la madre, la adolescente contó que otra compañera, novia de uno de los procesados, le pagó 20 dólares por el video y 20 dólares más por las fotos.
También le indicó que no era la única que participaba en esta actividad.
La madre informó del hecho a las autoridades del establecimiento educativo, quienes actuaron conforme a los protocolos establecidos por el Ministerio de Educación.
Fiscalía de Cotopaxi abre caso por venta de pornografía escolar
Inmediatamente, Fiscalía recabó los elementos de convicción a través de las diligencias investigativas: se efectuaron allanamientos en Latacunga y Atuntaqui, se incautaron equipos informáticos y se detuvo a los procesados.
La investigación determinó la existencia de archivos con material sexual explícito, en los que participaban las adolescentes.
Se conoció que los procesados almacenaban, compartían y distribuían este contenido a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, en Latacunga.
Entre las pruebas más relevantes presentadas por Fiscalía en la audiencia de juicio, consta el informe pericial antropológico forense que incluye veintiún fotografías de las víctimas.
El testimonio anticipado de una adolescente reveló cómo su compañera contactaba a otros estudiantes y la procedencia de las imágenes, implicando a los sentenciados.
