Bebé fue declarado muerto en hospital de Argentina, pero luego sus familiares se dieron cuenta que seguía vivo cuando respiraba en la morgue.
Las horas que transcurrieron para Maira y Brian fueron un torbellino de emociones extremas, de la desolación absoluta a la esperanza, del milagro a la indignación.
Su bebé, al que los médicos dieron por muerto, seguía con vida en la morgue cuando sus abuelas lo encontraron respirando. Hoy, lucha por sobrevivir en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Zonal Padre Tardivo, en Caleta Olivia, Santa Cruz, Argentina.
Todo comenzó el martes al mediodía, cuando Maira, de 18 años y con un embarazo de 28 semanas, llegó a la guardia del Hospital Distrital Las Heras con un fuerte dolor abdominal.
La atendieron rápidamente, le inyectaron un analgésico, le recetaron sertal perlas y paracetamol, y la enviaron de vuelta a casa.
Horas después, el dolor se intensificó. En el baño de su hogar, Maira comenzó a sangrar. Su pareja, Brian, alarmado, la llevó de inmediato de regreso al hospital.
Lo que ocurrió allí quedó grabado en su memoria para siempre: “Ella sentía que el bebé venía en camino. Intentaba hacer la prueba de orina que le habían pedido, pero ya estaba con contracciones. Nació en la puerta del baño”, contó el joven padre.
El bebé, al que en un principio iban a llamar Valentín, fue atendido de urgencia y luego trasladado al Hospital Zonal Padre Tardivo. Sin embargo, no llegó a su destino.
Minutos después de abordar la ambulancia, los médicos le informaron a Brian que el pequeño había sufrido un paro cardíaco y fallecido.
Declararon muerto a bebé que luego encontraron vivo en la morgue
La familia, destrozada, quiso darle un último adiós. La madre de Maira, su abuela y la madre de Brian acudieron a la morgue para despedirse. Lo que encontraron allí las dejó sin aliento. El bebé estaba vivo.
“Lo sacaron y estaba solito. Le latía el corazoncito. Estuvo dos horas en la morgue”, relató Paula, una de las abuelas. El horror se mezcló con el alivio. El pequeño había sobrevivido a la muerte declarada por los médicos.
Con desesperación, lo tomaron y exigieron atención inmediata. Ahora, rebautizado como Ángel, el bebé lucha por su vida en terapia intensiva. Su historia ha generado indignación y cuestionamientos sobre el accionar del personal médico.
La familia espera respuestas y, sobre todo, un milagro que les permita abrazar a su hijo con vida.
“Se iba a llamar Valentín, pero ahora se llama Ángel. Porque es un ángel”, dijo Brian, con la voz quebrada, aferrado a la esperanza de que su hijo vuelva a sus brazos.
