Con un desfile cívico militar lleno de sentido histórico, moradores de la calle 2 de mayo conmemoraron el día de la hospitalidad latacungueña
Moradores de la calle dos de mayo conmemoraron un año más el día de la hospitalidad latacungueña con un desfile cívico militar en sentido histórico por la gesta libertaria de 1822.
El evento contó con la destacada participación de Jhossue Rodríguez, quien personificó al Mariscal Sucre y encabezó el desfile.
“Tengo un sinnúmero de emociones encontradas y es un verdadero honor poder representar a este personaje histórico. Espero que la ciudadanía también disfrute de esta celebración”, expresó Rodríguez.
Además, acompañaron en el recorrido los vecinos del sector, autoridades locales, unidades educativas e instituciones representativas del cantón y la provincia.
Silvia Barbosa, presidenta de la calle Dos de Mayo, resaltó la trascendencia de esta fecha para la identidad latacungueña.
“No es cualquier día para nosotros ya que recordamos con orgullo cómo nuestros antepasados brindaron su hospitalidad a los soldados que lucharon por la libertad del país. Me siento muy feliz de pertenecer a este sector y más aún al conmemorar una fecha tan significativa para nosotros”, señaló Barbosa.
Rodríguez señaló que es la décima edición del desfile, y poco a poco se va convirtiendo en una tradición consolidada por el esfuerzo y compromiso de los vecinos para dar realce a la jornada.
“De a poco se ha estado incrementando la posesión de esta fecha y el desfile como tal, gracias al esfuerzo de nuestros vecinos y autoridades para promocionar el evento”, añadió Rodríguez.
La colectividad de la calle dos de mayo busca posicionar esta conmemoración no solo a nivel local, sino como un referente cultural y turístico de alcance nacional e internacional.
Latacunga es considerada históricamente como símbolo de hospitalidad, al haber acogido en aquella época a más de 2.500 soldados del Ejército Libertador, incluyendo al Mariscal Antonio José de Sucre.
La batalla de Pichincha y la hospitalidad Latacungueña, es símbolo de reconocimiento a la valentía y el sacrificio de los héroes que lucharon por la libertad.
La batalla también es un recordatorio de la unidad y el espíritu patriótico del pueblo ecuatoriano.
